lunes, 27 de diciembre de 2010

Navidad y fin de año, celebración y reconciliación.

Cada vez que escuchamos la palabra navidad inmediatamente pensamos en regalos, ropa nueva, mucha comida, en fin tantas cosas, pero, ¿nos hemos puesto a pensar el verdadero significado de  las fiestas de navidad y fin de año? Siempre queremos el mejor regalo, si eso no está mal, lo que quiero decir es que las cosas más importantes las hacemos pasar a un segundo plano, les coloco un ejemplo, ¿recuerdan cuándo fue la última vez que les dijeron un te quiero a sus padres?
A veces la época nos hace pensar en todo y no en lo verdaderamente importante, aunque podemos escoger la fecha para reconciliarnos con la vida y con todos los que queremos,  pero que bueno sería hacerlo durante todo el año, es decir volver esa familia, ese remanso de paz que es el hogar una eterna navidad, a donde quiero llegar es que sería muy agradable poder estar en paz con todos esos seres que amamos durante todo el año y no esperar a que se den las festividades de fin de año para hacerlo, en realidad lo podemos lograr si nos lo proponemos, el chiste está que en el pesebre de nuestro corazón nazca ese niño Dios y se postre allí por siempre, partiendo de ese  hecho Dios realmente hará maravillas en cada una de nuestras vidas y nos hará mejores personas para estar en todos los momentos bien con la gente que amamos.
La verdad al abrir nuestro corazón a Dios podemos adquirir muchas más bendiciones, y para esto no necesitamos épocas especiales, solo es querer ser mejores personas llevando una vida en la que Dios sea nuestro guía, para llevarla de la manera más correcta.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Gracias por ayudarnos a ayudar

Ayer estaba pensando en el término ayuda, es un término que hemos utilizado muchas veces, y demasiadas veces lo hemos puesto en práctica. La pregunta es: ¿Hasta dónde somos capaces de brindar ayuda? El pasado fin de semana estuvimos experimentando una jornada de minuton, organizada especialmente para los damnificados del invierno en el sur del departamento del atlántico, en realidad fue una experiencia maravillosa en la que nos unimos en  colaboración y ayudas para todas las personas afectadas por el invierno.
Algo que llamó mucho mi atención es la capacidad de convocatoria que tuvimos gracias a la emisora Minuto de Dios y gracias a cada persona que desde su comunidad anunciaba la campaña que estaba liderando la emisora, así como ver las imágenes en televisión y en los principales diarios de los pueblos inundados y las personas que lo han perdido todo hacen que me estremezca por dentro, asimismo me llene de gozo y de alegría cuando  me di cuenta que la palabra ayuda se había convertido en amor, cariño, esperanza y fortaleza para todos esos hermanos caídos en desgracia.
Dios nos da la posibilidad de abrir nuestros corazones y entender que la ayuda a nuestros semejantes es completamente sin esperar nada a cambio, nos hace entender que en realidad lo único que tienen nuestros amigos son a nosotros, que somos instrumentos de bendición y de apoyo para que sus vidas vuelvan a tomar el rumbo que tenían.
No se si suene a frase de cajón, pero lo que si les digo es que unidos somos más, unidos podemos lograr lo que nos propongamos si seguimos llevando ese mensaje de esperanza a quienes más lo necesitan, eso sí, debemos ser constantes en cada cosa que realicemos porque la constancia hace que los procesos no fracasen ni se queden simplemente en proyectos.
A  todos nuestros hermanos que se unieron en esta ayuda, solo me queda decirles gracias, gracias por dejar que el dueño de la vida inunde sus corazones de la mayor misericordia y bondad posible para que la ayuda conjunta se convierta en alegría y esperanza a esos hermanos necesitados.