miércoles, 23 de noviembre de 2011

La fuerza de Dios en los cambios

Luego de haber ido y venido, luego de haber pasado muchas cosas en la vida, alegrías, tristezas, decepciones, momentos plenos, he podido entender que los cambios siempre son para mejorar, se preguntarán que tipos de cambios, y pues les puedo decir que me refiero a todo tipo de cambios. Siempre nos preguntamos por qué pasan las cosas o tratamos de buscar respuestas a unas preguntas que en su momento son irrespondibles, el tiempo en la gran sabiduría del Dios todopoderoso nos hará entender que las experiencias que se tienen por dolorosas que sean son para mejorar.
Debemos tener claro que todo es en el tiempo de Dios, cuando nos ocurren cosas dolorosa es normal renegar es normal, quejarse y no tenemos la claridad para pensar que vendrán cosas mejores, por eso te invito a que cada momento de tu vida se la entregues al Dios que es amor, a ese ser que nos da la fuerza para seguir adelante.
Cada cambio que se presenta en la vida, por brusco que parezca, ten presente que es para mejorar, para cambiar un comportamiento que te llevará a vivir de una manera más adecuada, muchas veces le tenemos temor a ese cambio, esto, nos lleva a no disfrutarlo o vivirlo a plenitud, nos dan pavor los cambios radicales, y yo hoy te digo que te arriesgues a aceptarlos, tener una buena actitud frente a los cambios es agradecerle a Dios por él, es aceptarlo y trabajar porque haga parte feliz de nuestra existencia.
En pocas palabras lo que quiero  compartir es que la vida está llena de constantes cambios, y debemos estar preparados para recibirlos, no dudar que Dios nos ama en ningún momento a pesar que muchas veces esos cambios nos duelan, recuerda que la fortaleza que nos regala es eterna y que teniendo confianza en Él todo podrá siempre ser mejor

martes, 25 de octubre de 2011

Volver a vivir

Muchas veces sentimos que el mundo se nos viene encima, que las posibilidades que nos da la vida de salir adelante son en realidad muy pocas, si, yo se que existen inconvenientes, situaciones con las que no contamos, pero lo cierto es  que hay que seguir adelante, no importa que tan golpeado estemos, si nos dejamos derrotar siempre seremos eso, derrotados de la vida, lo que si estoy convencido y lo digo porque la experiencia me lo ha enseñado es que Dios nos da toda la fortaleza necesaria para superar los problemas, ojo, no va a hacer que los problemas desaparezcan, pero si va a lograr que yo tenga mucha fuerza para enfrentar cualquier tipo de inconveniente.
Sé que en esos momentos de problemas, la tristeza invade nuestros corazones, nos sentimos como si no quisiéramos hacer nada, pero ese es el mejor momento para visualizar lo que queremos para nosotros, la vida nos da esos espacios para reflexionar, para entender que la vida sigue a pesar de todo, y que depende de nosotros salir victoriosos  y dejar atrás cada sufrimiento.
Aprender es crecer, y para crecer necesitamos vivir la vida de manera adecuada, no te voy a decir como tienes que hacerlo, pero si te digo que la vida te dará alegrías y tristezas, solo que en la alegría no tenemos la capacidad de analizar lo que sucede, precisamente porque todo va bien, en cambio cuando hay dolor o sufrimiento, es cuando levantamos la cabeza y volvemos a vivir en el mundo real, un mundo en el que la única opción por el bien de cada quien es seguir adelante, y darle gracias a Dios por el maravilloso don de la vida, el cual se nos ha obsequiado para que los disfrutemos, y en ese proceso hay que sufrir y ser feliz, pero sufrir no significa vivir siempre en el dolor sino trabajar porque ese dolor se vaya poco a poco para lograr la felicidad que todos queremos.

lunes, 10 de octubre de 2011

Duele crecer

En la vida encontramos  muchos momentos en los que nos quisiéramos quedar, muchas alegrías que desearíamos permanecieran siempre con nosotros, pero la vida es un recorrer, es decir, cada día es un regalo de vida nuevo, cada día es diferente a los demás, y en cada día tenemos la oportunidad de ir construyendo nuestra existencia de la mejor manera, ese es el obsequio de Dios, darnos la libertad de ir por ese camino de la manera que nosotros queramos, dedicándonos cada día a ser felices.
Muchas veces he escuchado la expresión “ojalá pudiéramos detener el tiempo”, o en algunos casos, “ojalá pudiéramos retroceder el tiempo”, pero el tiempo es uno solo y pasa con cada segundo que vivamos, lo vivido durante la vida quedan como malos o buenos recuerdos, como aprendizaje, pero por mucho que nos duela, tenemos que afrontar el siclo de la vida y enfrentarnos a la vida de la mejor forma, con nuestra mejor cara, nadie dijo que iba a ser fácil, la idea es tener en cuenta que del pasado se aprende, pero podemos vivimos el presente con base a esas experiencias, claro está, vendrán experiencias desconocidas, pero con el pasar de los años aprendemos a ser más pacientes y a no ir a la carrera.
Sé que duele crecer, añoramos cosas hermosas de nuestro pasado, pero tenemos la capacidad y oportunidad de hacer cosas para nuestro futuro mucho mejores, que nos hagan realmente feliz.
Debo ser reiterativo cuando menciono la oportunidad única que tenemos de hacer de nuestra vida lo mejor, somos arquitectos de nuestra existencia, no nos quedemos esperando un pasado que es solo pasado, vivamos las nuevas experiencias y aprendamos a fortalecer nuestro presente, Dios nos da la vida con todo el amor para que la vivamos, siempre sostendré que somos quienes en verdad hacemos de nuestra vida un paraíso o un infierno, y estoy convencido que los seres humanos quieren de su vida ese paraíso.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Fortaleza Divina

En más de una ocasión hemos sentido que no tenemos fuerzas para realizar y actuar frente a los problemas, frente a nuestras necesidades, que por muchas ganas que tengamos que éstas desaparezcan, no hacemos  nada porque así sea, hoy es el mejor momento para decirles que si existe la forma en que tengamos todo lo que necesitamos para salir adelante, entrégate al Dios todopoderoso, Él, en su infinita misericordia siempre espera lo mejor de nosotros, y nos ama tanto que nos regala la fuerza que necesitamos para  salir adelante, no importa de que tamaño sea tu problema, y  aunque los objetivos que te traces en la vida sean difíciles de lograr, siempre estará Dios ahí para fortalecer tu vida y que salgas adelante.
Muchas veces, en la vida nos encontramos con situaciones adversas que nos dan la impresión que nunca se van a solucionar, hay que tener claro dos cosas. La primera es estar convencidos que somos capaces de salir adelante por nuestros propios medios y buscando el apoyo necesario de acuerdo con la situación, es decir, debemos tener fe en nosotros mismos, en lo que somos, en lo que podemos llegar a realizar. La segunda es estar convencidos que gracias a esa fe que tenemos de hacer las cosas de la mejor manera y de que sí somos capaces de logar lo que nos propongamos, contemos con esa fuerza divina que proviene de nuestro Dios, es decir, acaso nunca les ha pasado que sacan fuerzas de donde no las hay y salen adelante, que de repente tienen energías extras para continuar, el dueño de la vida es quien no nos deja rendir, no es magia, es que el todopoderoso nos ama de una manera en la que no quiere que desfallezcamos y siempre vayamos con la frente en alto.
Siempre debemos tener actitud y aptitud, es lo que nos hace trabajar por nuestra vida de una manera fuerte, pero que quede claro que depende de solo nosotros el querer escalar cada vez más alto para lograr nuestros objetivos, somos perlas preciosas para Dios, por eso tendremos siempre ese gran respaldo de su fortaleza, con la que lograremos cualquier cosa que nos propongamos, por eso es bueno siempre darle las gracias al Dios de la vida por nunca abandonarnos.                                                                                                                                

viernes, 19 de agosto de 2011

Siempre valdrá la pena

Cada vez que realizamos algún tipo de actividad, tratamos de hacerla bien pero por lo general queremos terminarla lo más rápido posible, hoy te quiero decir que esto no está mal, pero si he podido palpar desde la experiencia, que por preocuparnos  en terminar de una manera inmediata, dejamos a un lado las ganas de hacer las cosas bien o simplemente dejamos de identificarnos con lo que estamos realizando, en pocas palabras, perdemos el amor y la dedicación a la labor que estamos llevando a cabo.
Entiendo que no siempre hacemos lo que nos gusta, sino lo que nos toca, pero esa vieja frese que dice al mal tiempo buena cara, es una premisa para iniciar el proceso  de hacer las cosas de la mejor forma.
Cada actividad que hagamos, debemos colocarle todo el empeño necesario para que al culminarla tengamos la certeza de que está muy bien hecha, y si encontramos algún tipo de error,  pues que nos quede la tranquilidad que hicimos las cosas con muchas ganas, mucho amor, y que lograremos mejorar cada vez más para que el margen de error disminuya.
Las cosas hechas con amor siempre serán bien vistas, muy agradecidas, pero si miramos un poco más allá, la idea es hacerlas por satisfacción personal y porque el hecho de saber que somos capaces de realizar cualquier tipo de actividad hace que nos auto motivemos en el camino de la vida.
Nadie dijo que iba a ser fácil, pero es como todo en la existencia humana, debe haber un proceso de aprendizaje en el que estemos comprometidos con las labores que realicemos.
Por mi parte,  cualquier actividad que realizo, se la encomiendo a Dios, Él, sabe que es lo que necesito para hacerla de la manera correcta, y solo Él me da la fortaleza que necesito para hacer de cada acción una bendición y  me da la certeza que siempre valdrá la pena lo que cada uno pueda aportar y lo que pueda aprender de las demás personas.
                                                                           


lunes, 25 de julio de 2011

La experiencia de Dios en la vida



Nos hemos preguntado muchas veces quien es Dios, de igual manera hemos escuchado infinitas respuestas a esa pregunta, no pretendo sumarme a esas respuestas, lo que si deseo es compartir mi experiencia a cerca de lo que significa Dios en mi vida.

Estamos esperando que Dios nos ayude de una manera directa, que Él sea la cura de todos los males, y lo que no analizamos es que en su inmenso amor Él permite que nosotros mismos trabajemos porque las cosas marchen sobre rueda. La idea es saber abrir el corazón a Dios, para unos resultará más difícil que para otros, habrán unos que se preguntarán cuál es la fórmula para que Él entre en nuestras vidas, y desde ya te digo que fórmula secreta no hay, y es más fácil de lo que puede parecer, simplemente hay que tener disposición y convicción de que Dios es el dueño de todo.

Cuando nos sentimos mal por algún motivo, cuando estamos desesperados, cuando no encontramos solución a nuestros problemas, en esos momentos es cuando más lo buscamos o más le pedimos para que solucione nuestras necesidades, muchas veces estamos esperando soluciones mágicas, pero, amigo o amiga, Dios no es magia, Él siempre nos escucha, y coloca soluciones o instrumentos en nuestra cotidianidad, los cuales en nuestra condición de seres humanos no alcanzamos a entender, es decir, esperamos la solución inmediata, y con Dios todo es un proceso. En medio de éste proceso debemos ser pacientes y no darle la espalda a las soluciones que Dios tiene para nosotros, y mucho cuidado, porque las soluciones de Dios son muy reales y humanas, nada paranormal.

En realidad por experiencia propia he llegado a la conclusión que cada instrumento que Dios utiliza para ayudarnos muchas veces ni los notamos, es que me refiero a que esos instrumentos pueden ser  amigos, gente del común, pero que llegan en el momento que uno menos lo espera,  nos hacen ver las cosas de una mejor manera, así actúa Dios, y debemos tener claro que todo es en su tiempo no cuando nosotros queramos.

Te invito a que abras el corazón y te coloques en disposición de aceptar Dios en tu vida, solo hay que estar convencidos que somos hijos de Él,  y que Él como Padre protector quiere lo mejor para nosotros.

En pocas palabras Dios hace maravillas en nuestras vidas y de una manera que nadie la espera, precisamente esas formas a veces simples, hacen que veamos realmente la grandeza de Dios.

Dios sí nos escucha


Nos hemos preguntado muchas veces quien es Dios, de igual manera hemos escuchado infinitas respuestas a esa pregunta, no pretendo sumarme a esas respuestas, lo que si deseo es compartir mi experiencia a cerca de lo que significa Dios en mi vida.

Estamos esperando que Dios nos ayude de una manera directa, que Él sea la cura de todos los males, y lo que no analizamos es que en su inmenso amor Él permite que nosotros mismos trabajemos porque las cosas marchen sobre rueda. La idea es saber abrir el corazón a Dios, para unos resultará más difícil que para otros, habrán unos que se preguntarán cuál es la fórmula para que Él entre en nuestras vidas, y desde ya te digo que fórmula secreta no hay, y es más fácil de lo que puede parecer, simplemente hay que tener disposición y convicción de que Dios es el dueño de todo.

Cuando nos sentimos mal por algún motivo, cuando estamos desesperados, cuando no encontramos solución a nuestros problemas, en esos momentos es cuando más lo buscamos o más le pedimos para que solucione nuestras necesidades, muchas veces estamos esperando soluciones mágicas, pero, amigo o amiga, Dios no es magia, Él siempre nos escucha, y coloca soluciones o instrumentos en nuestra cotidianidad, los cuales en nuestra condición de seres humanos no alcanzamos a entender, es decir, esperamos la solución inmediata, y con Dios todo es un proceso. En medio de éste proceso debemos ser pacientes y no darle la espalda a las soluciones que Dios tiene para nosotros, y mucho cuidado, porque las soluciones de Dios son muy reales y humanas, nada paranormal.

En realidad por experiencia propia he llegado a la conclusión que cada instrumento que Dios utiliza para ayudarnos muchas veces ni los notamos, es que me refiero a que esos instrumentos pueden ser  amigos, gente del común, pero que llegan en el momento que uno menos lo espera,  nos hacen ver las cosas de una mejor manera, así actúa Dios, y debemos tener claro que todo es en su tiempo no cuando nosotros queramos.

Te invito a que abras el corazón y te coloques en disposición de aceptar Dios en tu vida, solo hay que estar convencidos que somos hijos de Él,  y que Él como Padre protector quiere lo mejor para nosotros.

En pocas palabras Dios hace maravillas en nuestras vidas y de una manera que nadie la espera, precisamente esas formas a veces simples, hacen que veamos realmente la grandeza de Dios.

lunes, 11 de julio de 2011

Orar, el verdadero diálogo con Dios


Escuchar una buena oración puede ser importante dependiendo el momento que estés pasando, la experiencia me ha hecho aprender que una buena oración acompañada de una muy buena canción nos transporta a un estado sublime en el que sentimos en realidad que nos estamos conectando con el dueño de la vida, son la mezcla perfecta para sentir paz y tranquilidad.

Hace pocos días tuve una experiencia que he decidido compartirla con todos ustedes debido a que en base a ella entendí que la mejor manera de hablar con Dios es la oración, créanme, pude sentir gracias a la oración que  Él me estaba escuchando,  y la tranquilidad que experimente fue la de saber que el mismo Dios me abrazaba.

Puede sonar increíble, pero fue un momento en el que al fusionar la oración y la canción que  estaba escuchando, pude sentir que el mismo Dios estaba justo a mi lado. Cada quien tendrá maneras de orar y no quiero ni puedo decirles como tienen que hacerlo, lo que si les puedo decir es que puedes orar de la manera que mejor te parezca, si tienes la actitud total y las ganas de encontrarte con el Señor, te aseguro que lo lograrás, porque Él está dispuesto a escucharte y aconsejarte, solo que debes hacerlo de corazón y abriendo totalmente tu vida hacia Dios.

Mi experiencia fue con una canción, no se cual puede ser la tuya, pero doy certeza de que a través de la oración puedes tener una experiencia viva con el Señor, y después de tenerla tendrás mayor y mejor discernimiento para poder enfrentar la vida y sus inconvenientes, lo que les quiero decir es que orar es hablar con Dios, depende de nosotros mismos que Él nos escuche solo debemos estar a disposición y con las mejores ganas de aceptarlo en nuestra vida.

El momento lo colocamos nosotros, siempre y cuando sintamos la necesidad de abrir el corazón a Dios, te invito a que lo intentes de la manera que creas más conveniente, Dios está esperando por ti.

lunes, 20 de junio de 2011

La Inconformidad en la Cotidianidad.


Pertenecemos a un mundo en este momento de la historia, pleno siglo XXI, que todo se está viviendo  agitadamente, todo va inmerso en la llamada globalización, la cual nos lleva a un ritmo que en verdad nunca imaginamos avanzar, el ejemplo de la tecnología está más que claro, si hoy compramos el computador más avanzado, el día de mañana ya existe uno mucho mejor en el mercado, y gracias a éste tipo de situaciones reflejamos lo que muchos han llamado la enfermedad del siglo, el estrés.
Queremos manejar el ritmo de nuestras vidas al mismo ritmo que se está manejando la tecnología en todos los campos.

A manera muy particular he venido analizando que siempre queremos avanzar, y pilas, eso no está mal, pero nos olvidamos de lo que hemos logrado por estar pendiente de lo que queremos lograr, lo que quiero decirles es que analicen un poco y nos sintamos felices por nuestros logros, ya sean personales, profesionales etc, lo más importante es que no podemos permitir que esos avances de la ciencia y la tecnología nos absorban a tal punto de que nos convirtamos en personas inconformes con la vida misma, porque no podemos tener esto o lo otro, lo ideal es sentirnos felices por lo que vamos logrando, y mucho cuidado, no estoy diciendo que seamos conformistas, sino que vayamos a un ritmo normal, equilibrado, debemos saber cuando pisar el acelerador a fondo en las riendas de nuestra vida, pero también debemos equilibrarnos para no caer en afanes que traigan consecuencias no muy buenas.

La idea es ser una persona coherente y dispuesta a ir a un ritmo acorde con nuestras posibilidades, sin abandonar las ganas de salir adelante, y mucho menos siendo inconformes con lo que se tiene, es cuestión de darle a Dios gracias por lo que se tiene y pedirle mucha fortaleza para lograr muchas cosas en la vida, en pocas palabras no debemos quejarnos de nuestra existencia ni tampoco de lo que no podemos tener, solo luchar y dedicar nuestras vidas para ser felices sin dañar a nuestro entorno

Aunque no parezca,  si estamos siendo afectados por ese inconformismo, pero por mucho que nos afecte el hacerlo a un lado depende de nosotros y puede resultar  más fácil de lo que parece, ánimo que si podemos despojarnos de él.