lunes, 27 de diciembre de 2010

Navidad y fin de año, celebración y reconciliación.

Cada vez que escuchamos la palabra navidad inmediatamente pensamos en regalos, ropa nueva, mucha comida, en fin tantas cosas, pero, ¿nos hemos puesto a pensar el verdadero significado de  las fiestas de navidad y fin de año? Siempre queremos el mejor regalo, si eso no está mal, lo que quiero decir es que las cosas más importantes las hacemos pasar a un segundo plano, les coloco un ejemplo, ¿recuerdan cuándo fue la última vez que les dijeron un te quiero a sus padres?
A veces la época nos hace pensar en todo y no en lo verdaderamente importante, aunque podemos escoger la fecha para reconciliarnos con la vida y con todos los que queremos,  pero que bueno sería hacerlo durante todo el año, es decir volver esa familia, ese remanso de paz que es el hogar una eterna navidad, a donde quiero llegar es que sería muy agradable poder estar en paz con todos esos seres que amamos durante todo el año y no esperar a que se den las festividades de fin de año para hacerlo, en realidad lo podemos lograr si nos lo proponemos, el chiste está que en el pesebre de nuestro corazón nazca ese niño Dios y se postre allí por siempre, partiendo de ese  hecho Dios realmente hará maravillas en cada una de nuestras vidas y nos hará mejores personas para estar en todos los momentos bien con la gente que amamos.
La verdad al abrir nuestro corazón a Dios podemos adquirir muchas más bendiciones, y para esto no necesitamos épocas especiales, solo es querer ser mejores personas llevando una vida en la que Dios sea nuestro guía, para llevarla de la manera más correcta.

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