martes, 30 de noviembre de 2010

Herramientas de Felicidad

Cada  vez que las actitudes de los demás nos sorprenden debemos pedirle a  el dueño de la vida que nos ilumine para entender de una u otra forma a esas personas y sus decisiones, es decir que cada quien es autónomo al momento de elegir y de decidir, eso  nos demuestra lo grande que es el amor de Dios, porque Él en su infinita misericordia lo que desea es que con nuestras propias decisiones seamos felices, lo malo está en que muchas veces esas elecciones de vida no hacen tan feliz a  nuestro entorno.
Lo que debemos es entender de la manera más simple, colocarnos en el lugar de la gente,  y tratar de entender el por qué de sus acciones, aunque muchas veces resulte muy incomodo y hasta difícil, no podemos cuestionar sin autoridad lo que las otras personas hacen, sienten o piensan.
Depende de nosotros nuestra vida, tenemos el control de ella, la idea es vivirla de una manera correcta, de una manera que nos permita encontrarnos de frente con el dueño de la existencia, con Dios mismo, porque que así  es como podremos entendernos unos a otros y poder divisar que cada quien está hecho para cumplir una función en la vida.
No podemos pretender que los demás hagan lo que nosotros queramos, la idea es aprender uno del otro y complementarnos dentro de una sociedad, pero todo esto se logra abriendo el corazón a Dios, pidiéndole que nos fortalezca y que nos ayude aceptar todo lo que no podemos cambiar, para tener una tranquilidad interior que solo se logra dejando que cada cosa tome su curso, eso sí, debemos tomar las riendas sobre nuestra vida y sacarle provecho para poder planificar tomando las mejores decisiones.

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